Así quedó el camión bomba que estalló frente a la multitud concentrada en un mercado. Foto: Y. AHMED/AP

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EFE-BAGDAD Al menos 95 personas murieron ayer y otras 221 resultaron heridas en un doble atentado en la ciudad de Kirkuk, donde conviven en permanente tensión kurdos, suníes y turcomanos.

Las últimas cifras de víctimas facilitadas por el Ministerio de Sanidad iraquí convierten el ataque de ayer en uno de los más mortíferos vividos en la ciudad, situada 250 kilómetros al norte de Bagdad, desde la caída del régimen de Sadam Husein.

Según el general de la policía Burhan Wasef la explosión más grave se produjo en el mercado de Hasira, en una zona conocida como Tabaqjali, en el centro de la ciudad, donde estalló un camión cargado de explosivos contra la multitud congregada en el mercado.

Incendios
Más de 50 vehículos se han incendiado como consecuencia de la primera explosión y muchos edificios y comercios han resultado gravemente dañados, según testigos oculares.

Las fuentes consultadas añadieron que algunas de las víctimas murieron calcinadas en sus vehículos y que sus cuerpos han quedado irreconocibles.
«El lugar del mercado en el que se ha producido la explosión se ha sumido en el caos y todo el mundo buscaba a sus familiares, algunos de ellos atrapados bajo los escombros de los edificios derrumbados», agregaron las fuentes.

El segundo atentado, del que casi no han trascendido detalles, tuvo como blanco la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), el partido que dirige el presidente iraquí, Yalal Talabani.

Estas dos explosiones ponen de manifiesto los fallos en las intensas medidas de seguridad adoptadas en Kirkuk, capital de la provincia multiétnica de Al Tamim. Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha condenado enérgicamente el atentado: «La cobarde acción terrorista en la ciudad de Kirkuk es una muestra de su incapacidad para dividir al pueblo iraquí», según informó la agencia de noticias Aswat al Irak.