Vista de parte de la mezquita de la plaza Jilani, que ayer fue destruida por el camión bomba. Foto: MOHAMMED JALIL/EFE

Vista de parte de la mezquita de la plaza Jilani, que ayer fue destruida por el camión bomba. Foto: MOHAMMED JALIL/EFE

20/06/07 0:00
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OTR/PRESS-BAGDAD
Nuevo cénit sangriento en Bagdad. La explosión de un camión cargado de explosivos cerca de una mezquita chií de la capital iraquí provocó ayer la destrucción de parte del edificio sagrado y la muerte de al menos 78 personas, la mayoría de ellas trabajadores que salían de rezar sus plegarias, y más de 225 heridos de distinta gravedad. Al noreste de Bagdad, cerca de 10.000 soldados del Ejército de Estados Unidos iniciaron su avance a lo largo de la provincia de Diyala hacia la capital de ésta, Baquba, para enfrentarse a las milicias suníes y tratar de acabar con las masacres chiíes que desde febrero de 2006 no dejan de repetirse en Bagdad, además de actuar contra la red de Al Qaeda en Irak.

Sheik Saleh al-Haidari, imán de la mezquita chií de Khillani, describió el atentado del camión cargado de explosivos como el plan de «unas almas enfermas». «Están sacando decenas de cuerpos debajo de los escombros y un gran número de trabajadores ha muerto o ha resultado herido», añadió el imán en declaraciones a Al Jazeera. Según Al-Haidari, la mayoría de las personas que a la hora de la explosión se encontraban en la mezquita eran trabajadores que salían de la plegaría de mediodía.

La explosión del camión destruyó el muro que rodea a la mezquita chií y dañó parte de la estructura del edificio sagrado, además de provocar explosiones secundarias e incendios en muchos de los coches que se hallaban estacionados en la zona. La Policía y los servicios de emergencia cifraron el número de muertos en cerca de 78, lo que supone un nuevo negro récord de víctimas en la guerra sectaria que suníes y chiíes mantienen en capital. El número de heridos se sitúa en más de 225 de distinta gravedad, por lo que no se descartan nuevas víctimas.

Pocas horas más tarde de la explosión, fuego de morteros llovía cerca de la oficina del primer ministro Nouri al-Maliki, teóricamente resguardada en la fortificada 'Zona Verde'. Las autoridades iraquíes no informaron de víctimas mortales en dicho ataque, aunque la embajada estadounidense en Bagdad informó de que una oficina de intercambio por correo estadounidense.