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RAMALA/JERUSALÉN/EFE
El nuevo Gobierno palestino de emergencia, creado por decreto del presidente palestino, Mahmud Abás, entró ayer en funciones con la pretensión de ser un ejecutivo para Cisjordania y Gaza, pese a que esa zona está en manos de los islamistas de Hamás que mantienen allí su propio poder. Para Abás, el gabinete de emergencia, que juró ayer el cargo en la sede cisjordana de la Presidencia, la Mukata de Ramala, es «el único gobierno nacional palestino ... y no hay otro en Gaza».

Tras la jura del Gabinete, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) declaró ilegal el Movimiento de la Resistencia Islámica, Hamás. Por su parte, el nuevo primer ministro, Salam Fayad, ha congelado las cuentas del anterior ejecutivo de unidad nacional, formado por Hamás y el partido nacionalista que lidera Abás, Al-Fatah.

En su primer discurso, sin embargo, Fayad aseguró que «hará todo lo que pueda por asegurar las necesidades básicas» de la población de Gaza. «Estáis en nuestros corazones y nunca os dejaremos solos», dijo Fayad a los palestinos de la franja.