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EFE-PARÍS
A seis días de su investidura y tras un breve y polémico crucero por el Mediterráneo, el conservador Nicolas Sarkozy se puso ayer manos a la obra y compareció junto al presidente saliente, Jacques Chirac, por primera vez desde su elección. El veterano presidente, de 74 años, y su sucesor, de 52, cuyas relaciones en los últimos doce años han sido complicadas y hasta conflictivas, aparecieron sonrientes e incluso proyectaron una cierta complicidad, en una simbólica imagen de transición.

Por otra parte, la socialista Ségolène Royal se lanzó a la carrera al Elíseo por despecho, tras una crisis sentimental con su compañero François Hollande, según mantiene el libro «La mujer fatal» que está previsto que salga hoy a la venta. Escrito por dos periodistas del diario «Le Monde», el libro mantiene que la crisis sentimental de la pareja comenzó en el otoño de 2005 debido a una supuesta relación entre Hollande y una periodista «bella, rubia y viva, encargada por su diario de seguir al PS», el Partido Socialista que lidera el compañero de Royal.

El presidente electo acudió al Elíseo para trasladarse en el mismo coche que su ex mentor hasta el céntrico Jardín del Luxemburgo para una ceremonia conmemorativa de la abolición de la esclavitud, antes de volver juntos al Palacio y reunirse con el jefe de la mayoría parlamentaria libanesa anti-siria, Saad Hariri. El líder del Movimiento del Futuro es hijo del asesinado ex primer ministro libanés Rafic Hariri, amigo personal de Chirac, quien dejará el cargo sin que hayan culminado sus esfuerzos por la creación de un tribunal internacional que juzgue a los autores de ese y otros atentados políticos en el Líbano.

Para apartar a esa periodista de Hollande, Royal habría recurrido a su hijo mayor y a uno de sus hermanos para pedir al rotativo que sustituyese a la redactora, algo que la publicación al parecer hizo. Fue en aquella época cuando supuestamente Royal habría empezado a llamar a todos sus amigos para comentar su mayor popularidad en las encuestas frente a Hollande, el padre de sus cuatro hijos y su compañero sentimental desde hace 27 años.

Derrotada el pasado domingo por Sarkozy, Royal llegó incluso a amenazar a Hollande con no dejarle volver a ver a sus hijos si recurría al ex primer ministro socialista Lionel Jospin para tratar de cerrarle el paso al Elíseo.