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OTR/PRESS-RABAT/MADRID
Las autoridades marroquíes detuvieron ayer a doce presuntos salafistas que podrían estar relacionados con la explosión que se registró la noche del pasado domingo en un cibercafé de Casablanca, la capital económica del reino alauí. Cuatro de los arrestos se produjeron en Rabat, durante una operación policial de búsqueda de armas y explosivos, que se unieron a otros ocho llevados a cabo en Casablanca. Además, la policía marroquí informó de la incautación de material explosivo durante un registro realizado en casa de los dos responsables de la explosión del domingo.

Cuatro de esas detenciones se llevaron a cabo en Rabat, la capital del reino alauí, donde la policía marroquí desarrolló todo un operativo de registro en busca de armas y explosivos. Estos arrestos se unirían a los otros ocho llevados a cabo en Casablanca, en relación con la explosión que el domingo destrozó un cibercafé en esta ciudad.

El diario «Al-Ahdath Al-Mahghribia», informó ayer de que la policía de Marruecos ya ha detenido a doce personas en relación con la explosión de Casablanca. Todos los detenidos, según el rotativo, pertenecen al movimiento salafista Salafi Yihadi, vinculado a la red terrorista Al Qaeda, y estaban planeando atentar contra el Hotel Hyatt Regency y contra la Comisaría Central de la ciudad, que ya vivió un ataque en mayo de 2003, cuando 13 suicidas causaron 40 muertos.

Además, en un registro realizado en un apartamento del barrio de Moulay Rachid de Casablanca en el que se alojaban desde hace unas semanas los dos jóvenes responsables de la explosión en el local, la policía marroquí encontró material para la fabricación de explosivos.

La policía insiste de momento en que la explosión del cibercafé de Casablanca no fue un atentado suicida, sino que «fue accidental». Abdelfattah Raydi, de 23 años, habría hecho explotar, según esta versión de las autoridades del reino alauí, sin querer, en medio del forcejeo con el propietario, que le impidió acceder a webs yihadistas.