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EFE-JERUSALÉN
El presidente israelí, Moshé Katsav, se comprometió ayer a dimitir si el fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, decide finalmente procesarlo. «Si el fiscal general decide presentar el acta de acusación, me comprometo a dimitir, no me quedaré aquí ni un segundo más», dijo Katzav en la primera rueda de prensa desde que la Fiscalía General anunció que iba a presentar contra él una acusación por varios delitos sexuales, inclusive por violación.

Confirmó que ha presentado una petición al Parlamento para que le exima de sus funciones de forma temporal, durante tres meses, mientras aclara la situación con el fiscal general.

Katzav, que compareció acompañado por su mujer, Guila, explicó: «Reconozco que debería, y tengo ganas de dimitir en este preciso momento, pero también es mi obligación defenderme». «La ley no me exige dimitir, el fiscal general no me ha exigido dimitir, y no estoy dispuesto a rendirme a las calumnias», agregó lleno de ira.

Según el presidente israelí, «nadie, ningún abogado, ha visto hasta ahora las acusaciones y las pruebas», por lo que está esperando a la audiencia preliminar con Mazuz para responder a ellas. «Hace meses que mi familia, y yo personalmente, estamos bajo un agresivo y vergonzoso ataque», se quejó el presidente israelí antes de recalcar que: «a pesar de la humillación he respetado la ley, y me abstuve de responder para no obstaculizar la investigación».