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AGENCIAS-NUEVA YORK
El presidente de EEUU, George W. Bush, planea establecer una serie de objetivos al Gobierno iraquí para aplacar las tensiones sectarias y conseguir la estabilidad política y económica del país, según informó ayer «The New York Times».

Las mencionadas pautas, que Bush planea anunciar a lo largo de esta semana, contemplan una mayor inclusión de los suníes en el proceso político iraquí, la distribución de los ingresos petroleros y la flexibilización la política del Gobierno de Bagdad hacia los miembros del extinto partido Baas, del ejecutado presidente iraquí Sadam Husein, según el diario.

El periódico, que cita altos funcionarios de la Administración estadounidense, afirma que las exigencias al Gobierno del primer ministro iraquí, el chií Nur al Maliki, deberán ser cumplidas dentro de plazos concretos, aunque las mencionadas fuentes evitaron indicar cuáles serían «las penalizaciones específicas» si se incumplen.

Entre los objetivos, figura también la pronta celebración de elecciones provinciales, que permitirían a los suníes, que boicotearon los comicios anteriores, ganar los gobiernos de las provincias donde son mayoría.

Una nueva política sobre la «desbaasificación», por su parte, permitirá a ex militares suníes a cobrar sus pensiones.

El Gobierno iraquí debería también tender la mano a los suníes a través de una mayor inversión en las zonas donde son mayoría, según «The New York Times», que señala que la gran parte de los fondos asignados para obras públicas en la provincia de Anbar, por ejemplo, nunca ha sido desembolsados por el Ejecutivo, que está dominado por los chiíes.