Marines del Ejército estadounidense, en una reciente operación en la región de Al Ambar.

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EUROPA PRESS-WASHINGTON
El presidente estadounidense George W. Bush expondrá a la luz pública la próxima semana sus planes sobre una nueva estrategia en Irak, basada en dos factores: la victoria demócrata en las elecciones legislativas y la presentación del informe Baker-Hamilton por parte del Grupo de Estudios sobre Irak. Ayer el diario estadounidense 'New York Times' anticipa que Bush pretende dar luz verde a la llegada de hasta 20.000 nuevas tropas de combate y destinar cerca de 1.000 millones de dólares para reconstrucción y nuevas infraestructuras en un país absolutamente devastado por un conflicto que, el próximo mes de marzo, cumplirá su cuarto aniversario.

Esta nueva iniciativa, que de momento lleva el título provisional de «Un nuevo camino», todavía está en manos del equipo del presidente estadounidense, cuyos redactores se encuentran puliendo el discurso con el que Bush se dirigirá a la nación y en el que todavía faltan por detallar aspectos clave como la cantidad exacta de dinero que el presidente pedirá al Congreso, o un comentario en profundidad sobre su «programa de trabajos y entrenamiento para la población en Irak». Un programa que «hubiera funcionado estupendamente en 2003, pero ahora estamos en un Irak muy diferente», hizo notar un funcionario estadounidense al diario, desde el anonimato: la lucha por el control sectario en Irak supera ahora, y con mucho, los deseos de la población por encontrar nuevos empleos. El diario realizó sus consultas a varios oficiales estadounidenses, republicanos y demócratas, que realizaron sus comentarios desde el anonimato, a la espera de la declaración oficial.