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EFE-PARÍS
El general Philippe Rondot, antiguo jefe de los servicios secretos del Ministerio de Defensa francés, ha exculpado al presidente de la República, Jacques Chirac, y al primer ministro, Dominique de Villepin, de las críticas sobre su presunto interés por dañar al titular de Interior, Nicolas Sarkozy.

El diario «Le Journal de Dimanche» publica una entrevista con Rondot, uno de los personajes clave en el escándalo que se basa en la falsificación de un listado de titulares de cuentas bancarias en el extranjero que pretendía perjudicar la imagen de políticos, empresarios y agentes secretos.

Algunas notas manuscritas del general, fruto de sus entrevistas con altos funcionarios franceses e incluso con Villepin, han sido incautadas por los jueces y, publicadas por la prensa, han alimentado la teoría de que Chirac y Villepin conocían el «caso Clearstream» desde el origen y quisieron impulsarlo.

El antiguo responsable del espionaje de la Defensa francesa fue encargado en 2004 por Villepin (entonces ministro de Exteriores) de que investigara discretamente esos listados, en uno de los cuales aparece el nombre de Sarkozy, quien se ha erigido en papel de víctima de una trama.

Rondot asegura a «Le Journal de Dimanche» que «nunca se trató de investigar a Sarkozy o a otros políticos» y apunta que ya en el verano de 2004 era evidente que los listados era «un montaje».

«Creo que Sarkozy es una víctima y ha sido calumniado, pero de ahí a decir que era el objetivo del caso... yo no sé nada», dice el general, quien añade que ha vivido con pesar el hecho de que sus notas manuscritas hayan servido «para ensuciar al presidente (Chirac) y a Villepin».