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EFE-ROMA
Silvio Berlusconi dimitió ayer, tres semanas después de su derrota electoral, del cargo de primer ministro de Italia, lo que abre el camino para que Romano Prodi reciba el encargo de formar el nuevo Gobierno.

Aunque la decisión es exclusivamente del presidente, el bloque de centroderecha que lidera Berlusconi se ha mostrado partidario de que la formación del Gobierno se retrase hasta la designación del nuevo jefe el Estado.

«Il Cavaliere», que se ha resistido a admitir su derrota hasta el final, presidió ayer su último Consejo de Ministros y luego acudió al palacio presidencial del Quirinal para, finalmente, poner su cargo en manos del jefe del Estado, quien le pidió que siga en el cargo en funciones hasta la formación del nuevo Gabinete.

El jefe del Estado es el responsable de encargar la formación del Gobierno, lo que podría suceder esta misma semana, después de que se formaran ayer los grupos parlamentarios. No obstante, el proceso podría retrasarse si Ciampi, de 87 años, decide dejar esta tarea a su sucesor, ya que su mandato de siete años concluye el próximo 18 de mayo. Su decisión la hará pública hoy.

La elección del sucesor de Ciampi la llevará a cabo el Parlamento, que tiene convocada para ello una sesión específica para el 13 de mayo.

Por el momento se desconoce quiénes serán los candidatos a la presidencia, aunque en el centroderecha suenan nombres como el del actual subsecretario de la presidencia del Gobierno, Gianni Letta, mano derecha de Berlusconi y al que éste ha alabado en numerosas ocasiones por su capacidad de trabajo.

En el centroizquierda se baraja el nombre de Massimo D'Alema, presidente de los Demócratas de Izquierda (DS) y que renunció a la carrera por la presidencia de la Cámara de Diputados para evitar roces con su compañero de coalición Fausto Bertinotti, finalmente elegido para el cargo.