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EFE-MINSK

El régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, desató ayer una nueva campaña de represión con la condena del líder opositor, Alexandr Milinkiévich, y tres de sus principales aliados.

«Lukashenko está desesperado y su mecanismo de defensa es la represión de la oposición democrática para atemorizar a los que disienten», declaró Anatoli Lebedkó, número dos de la oposición bielorrusa.

Milinkiévich, que consiguió poco más del 6% de los votos en las elecciones presidenciales del pasado 19 de marzo, tachadas de «fraudulentas» por la oposición y Occidente, fue detenido por la policía y condenado horas después a 15 días de arresto por un Tribunal de Minsk.

Según informó su portavoz, Pável Mazheika, el líder opositor fue detenido en la sede de un diario independiente cuando se disponía a participar en una conferencia de prensa.