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MACARENA VIDAL-WASHINGTON
El presidente de EEUU, George W. Bush, «tocado» en su popularidad por la subida de la gasolina, anunció una serie de medidas, entre ellas la interrupción de los depósitos a la Reserva Estratégica, para intentar frenar la escalada de precios.

Tradicionalmente, durante los meses de verano sube el precio de este combustible en EEUU, cuando comienza la temporada de vacaciones y aumenta la demanda.

Según los datos del Gobierno, el precio medio del galón (3,78 litros) de gasolina alcanzó la semana pasada los 2,91 dólares, el cuarto valor más alto de la historia. Desde entonces, esa cifra no ha dejado de subir y supera ya en todo el país la barrera de los tres dólares, algo insólito en EEUU.

La presión de los precios obligó a Bush a hablar sobre energía por segunda vez en cuatro días.

En un discurso en Washington, Bush afirmó que una de las prioridades es aumentar la oferta disponible. Para ello, indicó, se suspenderán hasta el próximo otoño (en el hemisferio norte) los depósitos de petróleo en la Reserva Estratégica nacional.

«La Reserva Estratégica ya es lo suficientemente grande como para protegernos frente a cualquier problema en el suministro durante los próximos meses. Así que si interrumpimos los depósitos hasta el otoño, dejaremos un poco más de petróleo en el mercado», explicó.

«Cada aportación, por pequeña que sea, cuenta», indicó el presidente en un discurso en Washington.

Igualmente, suspendió ciertas normas federales sobre gasolina «limpia» que obligan a los consumidores a comprar mezclas más caras.

Otra de las «patas» de la estrategia será, agregó Bush, «garantizar que los consumidores reciben un trato justo» en las gasolineras y que no se aumentan los precios artificialmente.