Una mujer se manifiesta delante de un tanque durante una nueva jornada de protesta en Katmandú.

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MANESH SHRESTHA-KATMANDÚ
Tras dos semanas de masivas protestas ciudadanas en las calles de Nepal, el rey Gyanendra anunció su renuncia al poder ejecutivo y pidió a la oposición que nombre un candidato a primer ministro.

«Los poderes ejecutivos que manteníamos, los devuelvo al pueblo. Esperamos que se restaure la paz y el orden en el país, al proteger a la democracia multipartidista», indicó en un mensaje televisado Gyanendra, quien asumió el poder absoluto el 1 de febrero de 2005.

En su discurso ante las cámaras, en las que apareció con cara seria y pronunciado con un tono de gravedad, el rey expresó su «compromiso con la monarquía constitucional», la «democracia multipartidista» y las elecciones, aunque no dio una fecha de una futura convocatoria ni tampoco señaló la vía en que regresará la soberanía al pueblo.

Krishna Sitaula, portavoz del principal partido, el Congreso Nepalí, dijo que la oposición se reunirá mañana para dar una respuesta oficial al rey, pero avanzó que de momento continuarán las movilizaciones porque su mensaje «no fue claro».

Sitaula señaló que el monarca no citó las peticiones de la oposición, entre ellas la restauración del Parlamento, la primera de sus reclamaciones.

Gopal Man Shrestha, presidente del Partido del Congreso Democrático Nepalí, dijo a EFE que lo previsible es que la oposición presente a Gyanendra un plan de acción que lleve a la convocatoria de elecciones constituyentes pero que, si no es aceptado, lo previsible es que continúen las movilizaciones.