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ELÍAS BENARROCH-JERUSALÉN
El partido derechista Likud trata de movilizar a todas sus fuerzas en el terreno para impedir un descalabro político en los comicios de hoy, martes, como prevén las encuestas, que vaticinan la irrupción como formación dominante en el campo nacionalista de «Israel Beitenu», hasta ahora residual.

La voz de alarma la ha dado una encuesta divulgada por el Canal 2 de la televisión israelí, según la cual «Israel Beitenu», que hasta ahora contaba con tres escaños en la Kneset, sobrepasa al Likud en número de diputados, y le desplaza como formación dominante del campo nacionalista por primera vez en la historia de este país.

El sondeo, que ha generado un amplio debate en la opinión pública israelí, fue realizado por el instituto «Maagar Mohot», y ha llamado la atención porque concede al Likud sólo 12 diputados, frente a los 15 que obtendría «Israel Beitenu», expresión que en lengua hebrea significa

Sondeos
«Israel es nuestro hogar».
Ese resultado, que no es avalado por ninguno de lo sondeos difundidos ayer, significaría que «Israel Beitenu» se convertiría en la tercera fuerza política en el Parlamento, lo que, por ende, supondría un fracaso personal del líder del Likud, el ex primer ministro Benjamín Netanyahu.

Ante ese posible escenario, fuentes del Likud confirmaron que el partido lanzó «una campaña de última hora para salvar la situación», a cargo de la que ha estado personalmente el ex ministro Uzi Landau, quien trajo a Netanyahu a la política israelí cuando aún era un estudiante universitario en Estados Unidos. Según el diario «Maariv», que cita fuentes del propio Likud, «el objetivo de la campaña es alertar a los votantes derechistas en el sentido de que si no introducen en la urna la papeleta del Likud, el partido será irrelevante y ello conducirá a un dominio completo de la izquierda».

«No todos los resultados de las encuestas molestan a Netanyahu, pero hay que reconocer que hay algunas que son raras», dijo uno de sus asesores que no quiso revelar su identidad.

Raro, porque los sondeos no se ponen de acuerdo en cuanto a la verdadera fuerza de un partido como «Israel Beitenu», formado inicialmente por emigrantes nacionalistas llegados de la ex Unión Soviética, pero que con el tiempo parece haber atraído también a israelíes nativos.

Algunos de esos sondeos le vaticinan a «Israel Beitenu» tan sólo siete diputados, mientras que el resto de las encuestas, a excepción de la del Canal 2, un mínimo de diez u once, lo que en sí representa ya un éxito considerable para un partido de naturaleza radical como éste.

«Israel Beitenu» fue creado en 1999 por Avigdor (Ivet) Liberman, ex director general del Likud y de la Oficina del Primer Ministro durante el gobierno de Netanyahu entre 1996 y 1999.