En el depósito de Baquba (nordeste de Bagdad) se hallaban ayer los cuerpos de 47 iraquíes sin identificar.

TW
0

La aparición de otros nueve cadáveres, presumiblemente suníes, elevó anoche a más de 118 el número de muertos como consecuencia de las represalias en las últimas horas en Irak, mientras la violencia continuó en el país, con un atentado con más de quince víctimas. El día en Irak estuvo marcado por la aparición de cadáveres de miembros de la comunidad árabe suní, la mayoría de ellos asesinados a sangre fría.

En Nahrauan, a unos veinte kilómetros al este de Bagdad, aparecieron 40 cadáveres de suníes asesinados en la cuneta de una carretera de esta ciudad, de población mayoritariamente chií. Entre los cadáveres hallados ayer están los de una reportera y dos cámaras del canal de televisión saudí Al Arabiya, secuestrados el miércoles cerca de Samarra por un grupo de hombres armados.

Algunos de los crímenes fueron escalofriantes, como el asesinato de once reclusos de la cárcel de Basora, sacados a la fuerza de sus celdas la pasada noche y asesinados. El último hallazgo fue el de nueve cadáveres encontrados en dos zonas del este de Bagdad, informaron fuentes policiales.

Según informó el oficial de policía Saad Abdel Rahman, «seis de los cuerpos fueron encontrados en las cercanías de una fabrica de cigarrillos, en la zona de Al Hadidia, y los otros tres en el barrio de Al Obeidi». Con estos nueve cuerpos son ya 118 los encontrados en las últimas 24 horas en Bagdad y la ciudad meridional de Basora.

Además, otras tres mezquitas suníes fueron atacadas esta tarde en el este de Bagdad, con lo que ya son 171 las que han sido tiroteadas e incendiadas por grupos de desconocidos desde el inicio de la revuelta ayer, tras el atentado contra un templo chií en Samarra, al norte de Bagdad. Pero la violencia no se ha limitado a los asesinatos sectarios, sino que continuó con atentados obra de los grupos terroristas que operan en Irak.