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MOHAMAD SHIVAFAR-TEHERÀN
El presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, aprovechó ayer el 27 aniversario de la proclamación de la revolución islámica para amenazar ayer con «revisar» la política de su país con respecto a la energía nuclear. «La República Islámica ha buscado hasta ahora la tecnología nuclear dentro del marco del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Tratado de No Proliferación (TNP), pero si vemos que queréis destruir el derecho del pueblo de Irán, sabed que éste revisará sus políticas».

El OIEA, presionado sobre todo por los países occidentales, ha remitido el programa nuclear iraní al Consejo de Seguridad de la ONU al sospechar que puede ser utilizado para buscar armas atómicas, aunque Teherán siempre ha mantenido lo contrario. «Hay países que no son miembros del OIEA y no han firmado el Tratado de No Proliferación -dijo, en alusión a Israel- y tienen armas nucleares, y aun así se sientan en el OIEA a decidir sobre el futuro de nuestro pueblo», dijo a la multitud. Las festividades por el 27 aniversario de la proclamación de la Revolución Islámica no decepcionaron, y el presidente iraní no sólo volvió a sacar la energía nuclear, sino que se refirió también a las caricaturas de Mahoma y el Holocausto.

El público, enfervorizado, gritaba «la energía nuclear es nuestro derecho», junto a los ya clásicos eslóganes de «Muerte a América» y «Muerte a Israel», en la enorme manifestación celebrada en la Plaza Azadi. El presidente ultraconservador, que ha hecho de la energía nuclear su caballo de batalla, comparó esta polémica con la controvertida nacionalización del petróleo en Irán, y dijo que «nuestros enemigos quieren dejar en el atraso al pueblo iraní».