Los hebreos siguen con fervor la evolución de Sharón. En la imagen, el portavoz del hospital Hadasa lee el parte médico.

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El primer ministro, Ariel Sharón, continúa en estado crítico aunque no en inminente peligro de muerte, afirmó ayer el portavoz del hospital Hadasa Ein Karem, Shlomo Mor-Yosef. La vida de Sharón, «no corre peligro inmediato» después de la operación de cuatro horas a la que fue sometido hoy y en la que le extrajeron 50 centímetros de intestino grueso, afirmó Mor-Yosef en una conferencia de prensa en la entrada del hospital ayer por la tarde.

Se trata de unos 50 centímetros de la parte derecha del intestino grueso, por donde está conectado al intestino delgado. Por otro lado, Mor-Yosef negó los informes de los medios de comunicación de que Sharón había sufrido un bloqueo de los vasos sanguíneos que riegan de sangre al sistema digestivo.

Sharón, que permanece en coma desde su internamiento hace 39 días, continúa «en estado crítico aunque estable». Mor-Yosef explicó que el viernes los médicos de Sharón se percataron de un hinchazón en su abdomen y decidieron llevar a cabo una tomografía computerizada.

En la exploración detectaron daño en su intestino y, tras consultar con sus hijos, decidieron efectuar una intervención quirúrgica. En una laparoscopía descubrieron graves daños, incluso gangrena, en el intestino grueso que constituían un peligro inmediato con lo que procedieron a sustraer una tercera parte de ese órgano.

El portavoz afirmó que no se han registrado complicaciones durante la operación, la séptima desde su internamiento el 4 de enero, y que la presión sanguínea, el pulso, y otros parámetros permanecieron estables. Sharón ha sido trasladado a la unidad general de cuidados intensivos y no a la neurológica, en la que se encontraba antes de la intervención.

Mor-Yosef insistió en que el problema central del estado de salud de Sharón es que no recupera la consciencia y no las dificultades en su aparato digestivo. El estado de consciencia de Sharón no ha cambiado durante los últimos diez días y la operación de hoy no afecta a ese problema central aunque sí supone un retroceso en el tratamiento general del paciente, dijo.