La espiral de violencia se extiende y agudiza en todo el mundo musulmán.

TW
0

Seis personas murieron ayer -cuatro en Afganistán, una en Líbano y otra en Somalia- en las violentas protestas musulmanas surgidas en el mundo islámico contra la publicación de caricaturas de Mahoma en medios europeos.

Las banderas de Dinamarca, Noruega, Alemania, España e Isarel fueron quemadas ayer por manifestantes en la ciudad iraquí de Kut (sureste de Irak), en represalia por las «caricaturas de Mahoma».

En Beirut, al menos 300 personas fueron detenidas en las últimas horas y se sigue buscando a otros implicados en los actos vandálicos en el barrio de Achrafieh, de mayoría cristiana, donde el domingo exaltados quemaron el consulado de Dinamarca, atacaron iglesias, propiedades privadas, comercios, bancos y vehículos.

Una persona murió asfixiada y otras 50 resultaron heridas en esos disturbios, condenados unánimemente por los políticos y religiosos libaneses, así como por el Gobierno, que presentó sus disculpas a Dinamarca.

En Afganistán son cuatro las víctimas mortales y numerosos los heridos en las violentas manifestaciones registradas en diferentes puntos del país y reprimidas por las fuerzas de seguridad.

Fuentes oficiales en Kabul precisaron que varios miles de personas se concentraron ante las puertas de la principal base estadounidense, en Bagram, cuya entrada trataron de forzar en actos violentos en los que murieron dos manifestantes y otros resultaron heridos.

La sexta víctima mortal se registró en Somalia cuando la policía reprimió a cientos de musulmanes que se manifestaban en Puntlandia, región autónoma del norte, y apedreaban las sedes de agencias humanitarias extranjeras.

En Chechenia, las autoridades prohibieron la presencia de las organizaciones no gubernamentales danesas y Kadírov, considerado el «hombre fuerte» de esa república norcaucásica, agregó que no les permitirán la entrada. También la guerrilla separatista chechena condenó la «injuria» contra el profeta Mahoma y manifestó su «profundo desprecio a los enemigos del monoteísmo».