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AGENCIAS-TEHERÀN
Un desafiante Irán anunció el domingo que suspendió las inspecciones de Naciones Unidas en sus inslalaciones nucleares y dijo que reanudó el enriquecimiento de uranio, a un día de ser remitido al Consejo de Seguridad de este organismo por las sospechas de que está fabricando armas atómicas.

Varios responsables iraníes, incluidos el presidente del país, el ultraconservador Mahumd Ahmadineyad, reiteraron, además, que la República Islámica no renunciará, bajo cualquier condición, a sus actividades nucleares, ya que «tienen fines pacíficos».

Diplomáticos advirtieron que la respuesta podría intensificar la disputa por las ambiciones nucleares del cuarto exportador mundial de petróleo. Teherán insiste en que necesita tecnología nuclear sólo para generar electricidad. «Irán suspendió todas las medidas voluntarias que tomó en los últimos dos años y medio a tres años», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Manouchehr Mottaki, en una rueda de prensa.

«Teníamos dos opciones claras. Una era abandonar nuestros derechos nucleares y la otra conservar nuestros derechos. Elegimos la resistencia», señaló Mottaki.

«Ya no estamos comprometidos con el Protocolo Adicional y nuestras actividades continuarán de acuerdo con el NPT (Tratado Nuclear de No Proliferación)», agregó.

Irán afirmó que prefiere proseguir el diálogo con la comunidad internacional para solucionar la crisis nuclear, aunque aseguró que no le preocupa su envío al Consejo de Seguridad de la ONU.

«El camino de las negociaciones aún está abierto e Irán está dispuesto a seguir negociando y a hacer todo lo posible en este ámbito», dijo hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hamid Reza Asefi, en una rueda de prensa en Teherán.

También dijo que la cooperación entre la República Islámica y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) «no ha llegado a un callejón sin salida» tras el envío del caso nuclear iraní al Consejo de Seguridad.