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AGENCIAS-GAZA
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aseguró ayer que retrasará las próximas elecciones parlamentarias, previstas para el próximo 25 de enero, si Israel pone impedimentos a los palestinos de Jerusalén para votar en sus comicios. Se trata de la primera vez que Abbas apunta la posibilidad de posponer las parlamentarias.

La violencia ha amenazado con debilitar a Abbas y beneficiar a Hamás, cuya campaña política promete terminar con la corrupción, hacer respetar las leyes e imponer el orden.

Dirigentes del movimiento oficialista Al Fatah (en el Gobierno) instaron a Abbas a retrasar los comicios por temor a que el grupo Hamas arrasase en las urnas. «Todos estamos de acuerdo en que Jerusalén debe ser parte de las elecciones», dijo Abbas en declaraciones desde Doha. «Si no se le incluye, todas las facciones coinciden en que no debe haber elecciones».

Por su parte, las autoridades israelíes reconocieron que aún no han decidido si permitirán que los 200.000 palestinos que viven en Jerusalén voten en las parlamentarias palestinas. En el pasado, este sector de la población votó por correo, ya que Israel sostiene que los acuerdos interinos de paz prohíben esa actividad política en Jerusalén.

Un nuevo factor es la participación de Hamás por primera vez en los comicios: Israel pone objeciones a este punto y recuerda la responsabilidad del grupo violento en decenas de ataques suicidas y su llamamiento a la destrucción de Israel, incluido en sus estatutos.

En un marco de violencia generalizada, unos 200 policías palestinos que disparaban al aire tomaron por la fuerza varios edificios del Gobierno en Gaza para protestar por el fracaso de la Autoridad Palestina para imponer las leyes y el orden.

Por otra parte, el poderoso Comité Central de Al Fatá se reunió la noche del domingo para analizar las perspectivas del partido en las elecciones.