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G. FERULLO-CARACAS
El día previo a los comicios legislativos en Venezuela, boicoteados por los principales partidos de la oposición, transcurre en medio de una tensa calma, con las Fuerzas Armadas en estado de «alerta» en prevención de desórdenes públicos y con el despliegue de dos nuevos cuerpos militares especiales: la Reserva Nacional y la Guardia Territorial.

En Zulia fueron detenidas 11 personas con «55 bombas molotov, 31 envases de combustible, gran cantidad de tachuelas, seis neumáticos, 40 celulares y vinagre», informó ayer la Fiscalía. El canciller venezolano, Alí Rodríguez, y el vicepresidente, José Vicente Rangel, dijeron ayer ante la prensa extranjera en referencia a esos hechos violentos que se trata de «actos aislados» y que todo está preparado para «garantizar la seguridad» el domingo.

Hoy han sido convocados a las urnas cerca de 14,5 millones de venezolanos, para elegir a los 167 parlamentarios que compondrán la Asamblea Nacional (AN), hasta 2010.

El jefe del Comando Unificado de las Fuerzas Armadas, responsable del plan de seguridad electoral, Wilfredo Silva, afirmó que «reina la calma» en todo el país. En Caracas estallaron el viernes cuatro explosivos de fabricación casera, dos en el centro que dejaron tres heridos leves, según la prensa local, y otros dos en el Fuerte Tiuna, la mayor guarnición caraqueña, que causaron daños materiales.

La votación, vigilada por más de 120.000 soldados y reservistas, se efectuará en 27.542 mesas repartidas por el país, de las que 27.339 tienen máquinas para el sufragio automatizado. La capital vivía en calma el sábado pre-electoral, con poco tráfico en las calles, excepto en las cercanías de Fuerte Tiuna, donde miles de personas acudieron a un megamercado de precios populares montado por el Gobierno.