El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, eludió ayer hacer comentarios.

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TERESA BOUZA
La amenaza inflacionaria hizo que la Reserva Federal subiese ayer los tipos de interés hasta el cuatro por ciento y llevó al banco central a anunciar la probabilidad de futuros incrementos «moderados» de las tasas en EEUU. Con el duodécimo endurecimiento monetario desde junio de 2004, el banco central trata de mantener a raya los precios, un objetivo que parece haber logrado, al menos por el momento, según se desprende del comunicado emitido por la entidad.

Los analistas creen que el comunicado deja claro que la Fed continuará con la receta que ha aplicado de forma consistente desde hace más de un año: subidas graduales de cuarto punto porcentual de los tipos de interés. El gran interrogante es hasta cuándo se prolongará la actual campaña de encarecimiento del precio del dinero.

«La inflación subyacente (que excluye los precios más volátiles de la alimentación y la energía) ha sido relativamente baja en los últimos meses», indicó la Fed en el comunicado que emite regularmente al fin de sus reuniones. El organismo cree, además, que las expectativas inflacionarias a largo plazo siguen «contenidas», aunque precisó que el continuado incremento del precio de la energía y «otros costes» amenazan con incrementar las presiones inflacionarias.

En opinión de Anthony Chan, economista del banco estadounidense JP Morgan, el banco central seguirá subiendo las tasas hasta el nivel del 4'5 o el 4'75 por ciento. Un amplio número de expertos cree que con ese nivel la Fed alcanzaría lo que en la jerga económica se conoce como «nivel neutral» y que serviría para describir una política monetaria que no estimula ni lastra el crecimiento.

Chan prevé que el banco suba los tipos en la reunión del próximo 13 de diciembre y que vuelva a hacerlo en el primer encuentro del 2006, previsto para el 31 de enero. Por su parte Roger Kubarych, asesor del banco alemán HVB en Nueva York y ex economista de la Reserva Federal, dijo que con vistas al futuro una de las principales amenazas provienen del sector inmobiliario, así como del petróleo.