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El equipo que investiga si hubo corrupción en el programa humanitario de la ONU para Irak confirmó ayer que su ex director Benon Sevan recibió sobornos. Además, la investigación se cobró la primera víctima, el ex alto funcionario Alexander Yakovlev, quién fue detenido después de que Kofi Annan, secretario general de la ONU, levantara su inmunidad diplomática de la que gozan estos cargos.

Este hallazgo supone la confirmación de que este importante programa humanitario, ideado para atenuar la pésima situación de la población iraquí durante el embargo, generó corrupción.

El informe indica que tanto Sevan, el ex director del programa conocido como «Petróleo por alimentos», como Alexander Yakovlev, encargado de la asignación de contratos dentro de este plan, recibieron ofertas de dinero y que el primero aceptó unos 150.000 dólares.

Cabe destacar, que se llevó amover 64.000 dólares en apenas siete años. Ahora, el director de la investigación, Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de EEUU, ha pedido al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que levante la inmunidad diplomática de los dos principales acusados, para que puedan ser procesados por la vía criminal.

No obstante, ninguno de los dos implicados mantiene ya relación con la organización, dado que Sevan dimitió el pasado fin de semana de su cargo de asesor de la ONU, en tanto que Yakovlev lo hizo a mediados de junio último.

La investigación que dirige Volcker trata de determinar el grado de corrupción de este programa humanitario, que entre 1996 y 2003 movió 64.000 millones de dólares

El programa permitió a Irak, a la que la ONU había impuesto un embargo a raíz de su ocupación de Kuwait, vender petróleo para comprar bienes de primera necesidad para la población.

El tercer informe de la investigación, difundido ayer, indica que Sevan, en colaboración con dos personas más, actuó de manera «corrupta» para obtener un beneficio económico personal.