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VIVIANA GARCÍA-LONDRES
Un tercer hombre ha sido detenido en relación con los atentados frustrados del pasado día 21 en Londres, informó ayer la Policía Metropolitana. El hombre, cuya identidad no ha sido facilitada, fue arrestado en la noche del sábado en Tulse Hill, en el sur de la capital británica, en virtud de las leyes antiterroristas, añadió la fuente.

En declaraciones a la prensa al término de esa reunión, Amorim dijo que Treisman le expresó el pesar del Gobierno británico y prometió que habrá una investigación, aunque ésta llevará un tiempo hasta esclarecer las circunstancias de lo sucedido. Según el canciller, durante la reunión en el Foreign Office pudo hablar por teléfono con el jefe de la diplomacia británica, Jack Straw, quien también reiteró las disculpas del Gobierno

Según la cadena BBC, el hombre permanece retenido en la comisaría de alta seguridad de Paddington Green, en el centro de Londres. El pasado viernes dos hombres fueron arrestados en relación con los ataques, en los que ninguna persona resultó herida porque sólo estallaron los detonadores y no las bombas.

Mientras, el Gobierno británico pidió ayer disculpas al de Brasil por la muerte del ciudadano brasileño Jean Charles de Menezes, abatido a tiros por la policía en Londres, y prometió una investigación sobre el trágico suceso. El ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, se reunió ayer en el Foreign Office con el subsecretario de Estado para América Latina, David Treisman, para pedirle explicaciones sobre la muerte por error de Menezes, un joven de 27 años abatido el pasado viernes en la estación subterránea de Stockwell, en el sur de Londres.

El joven fue abatido el pasado viernes en un tren de la estación de Stockwell, en el sur de Londres, después de que fuera perseguido por agentes vestidos de paisano y él se negara a detenerse. El muchacho había salido antes de un lugar vigilado por las fuerzas del orden ante la sospecha de un posible vínculo con los atentados del pasado jueves contra tres estaciones del metro y un autobús de la línea 26 en Hackney, en el este de Londres.

El hombre saltó las barreras de la estación y se metió en un tren sin hacer caso a las órdenes de los policías, que al parecer le dispararon cinco veces a quemarropa después de que se quedara tumbado en el suelo. El joven era electricista de la provincia de Gonzaga, del estado brasileño de Minas Gerais, en el sureste del país.