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El Gobierno italiano aprobó ayer un paquete de medidas antiterroristas, que contempla la creación de una superfiscalía antiterrorista, la extracción forzosa de la saliva a los sospechosos de terrorismo para realizarles la prueba del ADN y ficharles y normas para controlar el tráfico telefónico e Internet.

El ministro de Interior, Giuseppe Pisanu, precisó que el paquete de medidas está compuesto por 19 artículos, que harán más eficaces las normas ya existentes. El encargado de la seguridad nacional precisó que lo aprobado «no son leyes especiales». Pisanu subrayó que Italia corre el mismo riesgo de terrorismo que cualquier otra país de la Unión Europea.

El Consejo de Ministros decidió no suspender la aplicación del Tratado de Schengen sobre libre circulación, como pedía su aliada Liga Norte, que exigía asimismo la adopción de leyes especiales.

Las medidas antiterroristas se han aprobado una semana después de que el Gobierno de Silvio Berlusconi se viera obligado a aplazarlas debido al enfrentamiento entre el ministro de Justicia, Roberto Castelli, de la Liga Norte, partidario de endurecer las leyes y cerrar las fronteras en la UE, con el titular de Interior, Giuseppe Pisanu, contrario a suspender Schengen.

Ayer, según precisó Berlusconi, las medidas fueron aprobadas por unanimidad. El ejecutivo pretende la implicación de la oposición y para ello la creación de la superfiscalía lo ha hecho mediante proyecto de ley, para que se debata en el Parlamento.