Estupor entre familiares y vecinos de los presuntos terroristas suicidas de Londres.

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VIVIANA GARCÍA-LONDRES
La Policía centra ayer su investigación en tratar de localizar al 'cerebro' de los atentados de Londres, tras la espectacular operación del martes que permitió la detención de una persona y la recuperación de explosivos. Los suicidas eran británicos de origen paquistaní, de West Yorkshire (norte de Inglaterra), mientras que la policía ha identificado al otro, aunque no ha facilitado detalles. Dada la juventud de los autores de los ataques, de entre 19 y 30 años, los detectives creen que otra persona pudo guiarles y darles instrucciones sobre cómo tenían que colocar las bombas.

Agentes de la unidad antiterrorista de la Policía no descartan que la célula terrorista pudo estar bajo el control de otra persona. Las fuerzas del orden tratan de establecer además el origen de los explosivos encontrados en los registros llevados a cabo ayer en seis propiedades del área de Leeds (norte de Inglaterra) y en un automóvil aparcado en la estación de Luton (norte de Londres).

El mayor temor de las autoridades es que otras células puedan estar listas para actuar y perpetrar más atentados. El ministro británico de Interior, Charles Clarke, admitió ayer, desde Bruselas, que el Reino Unido tiene que estar preparado ante la posibilidad de más ataques suicidas. «Nos tenemos que organizar pensando que hay otras personas preparadas para esto», declaró Clarke a la BBC desde la capital belga, donde presidió una reunión extraordinaria de ministros de la Unión Europea (UE) para abordar las consecuencias de los ataques.

La policía informó el miércoles de que había encontrado cerca del lugar de las explosiones documentos personales que permitían identificar a los suicidas, uno de los cuales, llamado Shahzad Tanweer, vecino de la ciudad de Leeds, murió en el atentado en la estación de metro de Aldgate. Tanweer, de 22 años y vecino del barrio de Beeston, en Leeds, era graduado en deportes, aficionado al cricket como cualquier inglés, y trabajaba en el pequeño comercio de «fish and chips» (pescado y patatas fritas) de su padre.