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EFE-LA PAZ

Las Fuerzas Armadas respaldaron ayer al presidente de Bolivia, Carlos Mesa, tras el pronunciamiento de dos militares rebeldes que pidieron su renuncia y agregaron confusión a la situación de un país acosado por manifestaciones y protestas. Horas después de que Mesa anunciara su decisión de permanecer en el poder hasta el fin de su mandato, en agosto de 2007, los tenientes coroneles Julio Herrera y Julio César Galindo emitieron un comunicado en nombre de un supuesto movimiento forjado en el seno del Ejército.

«En el Palacio no tenemos presidente y Bolivia no tiene gobierno», indicó Herrera, quien a continuación exigió la renuncia de Mesa. El llamamiento rebelde fue contestado inmediatamente por las Fuerzas Armadas, que ratificaron su respaldo al Gobierno vigente y anunciaron sanciones contra los insubordinados.

La actitud de oficiales «que pretenden enlodar y desprestigiar a la institución con afanes golpistas no representa el sentir de los componentes de las Fuerzas Armadas, que se mantienen firmes en defensa del estado de derecho, la democracia y la institucionalidad del país», indicó un comunicado de la cúpula militar.