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DAMIÀN CASTAÑO-BRUSELAS
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se aseguró ayer la derrota de la moción de censura que presentaron contra él 74 diputados en el Parlamento Europeo, una iniciativa que calificó de «ataque contra Europa». «La moción de censura hace caer a sus autores en un ridículo absurdo» opinó el presidente euro-comunitario, que acudió a la Cámara a defenderse arropado por la mayoría de los miembros de la Comisión.

A ello se suma que se le haya otorgado la concesión para construir la autopista Atenas-Salónica, que se beneficia de fondos comunitarios; y que el comisario de Comercio, Peter Mandelson, pasara sus vacaciones navideñas en el Caribe con unos amigos, a bordo de un lujoso yate propiedad del segundo mayor accionista de la multinacional de informática Microsoft, Paul Allen.

De los 732 miembros de la Eurocámara, sólo 74 (la mayoría británicos y polacos, pero ninguno español) le critican que no haya aclarado diversas informaciones, según las cuales disfrutó el pasado verano, junto a su familia, de unas vacaciones gratuitas en Grecia, en un yate de lujo propiedad del armador multimillonario Spiro Latsis. Este hecho lo relacionan con que Latsis recibiera un mes después una ayuda regional (del gobierno griego) para una de sus empresas por un importe de 10 millones de euros, ayuda autorizada por Bruselas.

Barroso tomó la palabra para defenderse de estas acusaciones, reiterando que Latsis es «un amigo» de hace más de 20 años. El ex primer ministro portugués consideró que la moción de censura «es un ataque contra Europa» y contra la labor que realizan las instituciones comunitarias, y dijo que «los europeos no quieren este tipo de política escandalosa». Los presidentes de los cuatro principales grupos de la Cámara europea salieron en su apoyo, lo que permitirán a Barroso salir airoso de la votación de la moción de censura, que se producirá previsiblemente el 7 de junio.