La familia Blair acudió a votar a primera hora de la mañana de ayer.

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PATRICIA SOUZA-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, habría logrado su tercer mandato consecutivo en las elecciones celebradas ayer en el Reino Unido, aunque su mayoría sería más exigua que en las dos anteriores legislaturas, según un sondeo a pie de urna divulgado por la BBC, La encuesta, realizada para la BBC e ITV, señala que los laboristas habrían conseguido 356 escaños en un Parlamento de 646, lo que supone una mayoría absoluta de 66 diputados frente a la ventaja de 161 escaños de la que disponían en la pasada legislatura.

Tony Blair, que obtuvo sonadas victorias electorales en 1997 y 2001, puede ahora permitirse perder hasta 87 diputados pues la mayoría en la Cámara de los Comunes se sitúa en 324 escaños. Unos 44 millones de personas estaban convocadas en el Reino Unido a estos comicios de hoy para designar a su Gobierno para los próximos cinco años, entre ellos los naturales de la Commonwwealth y de Irlanda.

La distribución del voto, según ese sondeo, sería del 37 por ciento para los laboristas, 33 para los conservadores de Michael Howard y 22 por ciento para los liberaldemócratas de Charles Kennedy. En los comicios de 2001, el partido de Tony Blair obtuvo un 42 por ciento de los votos (412 escaños en la Cámara de los Comunes), frente al casi 33 por ciento de los «tories» (166 asientos) y del 19 por ciento de los liberal demócratas (52 diputados).

Según los sondeos a pie de urna, la fuerte caída de popularidad de Blair por su apoyo a la guerra de Irak no parece haber sido suficiente para impedir que el Partido Laborista logre un histórico tercer mandato consecutivo, aunque será obligado leer entre líneas para identificar la posible penalización de los electores. Claves de la jornada serán el nivel de abstención que se registre, que podría superar el 40 por ciento, y un posible voto de castigo a Blair por su impopular apoyo a la invasión de Irak.

El partido en el poder temía una «sangría» de votos hacia los liberal demócratas, los únicos que rechazaron desde el comienzo esa guerra, aunque es improbable que dejen de ser la tercera fuerza del Reino Unido, tras laboristas y conservadores. Esta opción no es factible en el sistema electoral británico, conocido por haber implantado la evidencia «del primero que pase el poste» y que favorece el bipartidismo porque sólo se elige a un representante por cada circunscripción (646 para la próxima legislatura).