La policía sigue buscando pistas en el lugar de los atentados, así como interrogando a testigos.

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JAVIER OTAZU-EL CAIRO
La policía ha extremado las medidas de seguridad en toda la ciudad, y son visibles los cordones de seguridad en torno a iglesias (que estos días celebran la Pascua Copta), embajadas extranjeras y hoteles internacionales, donde las vías de acceso se han visto muy restringidas al tráfico rodado. La capital egipcia se vio sacudida por dos atentados casi simultáneos contra turistas: en el primero, un suicida se lanzó desde un puente contra un grupo de extranjeros, y dejó a siete personas heridas, entre los que había dos israelíes, un italiano y un sueco.

Asimismo, y según testigos, las medidas de seguridad han sido intensificadas en el aeropuerto internacional de El Cairo, el de más tráfico de Africa, y en los lugares más frecuentados por turistas.

En el segundo, dos mujeres, que según las autoridades eran la hermana y la prometida del suicida, dispararon contra un autobús de turistas cerca de la Ciudadela (el segundo lugar más visitado de El Cairo tras las Pirámides), sin lograr herir a nadie, y luego se mataron entre ellas al verse rodeadas por la policía.

Ayer la policía había instalado nuevos puestos de control en varios puntos de El Cairo donde paraba a todos los microbuses (el medio de transporte más popular) y registraba sistemáticamente a todos los hombres de entre 15 y 30 años.

Según el diario Al Ahram, la policía está buscando intensamente al hermano de Ihab Yusri, el suicida, por sospecharse que pudo tener alguna relación con el atentado. La versión oficial egipcia transmitida por el ministerio del Interior asegura que Ihab Yusri estuvo implicado en el atentado del siete de abril pasado en las cercanías del bazar de Jan al Jalili (centro histórico de El Cairo), que dejó tres turistas muertos, y estaba siendo activamente buscado por la policía.

De hecho, el sábado mismo el joven tenía a la policía tras él en el momento en que decidió arrojarse sobre un grupo de turistas, siempre según esta versión. Otro implicado en el atentado del siete de abril, Ashraf Said Yusef, sigue también huido, pero en las investigaciones para dar con su paradero la policía detuvo a su primo Mohamed Suleiman Yusef, quien más tarde murió en una comisaría en el curso de los interrogatorios.

Un detalle nuevo que se ha conocido y que filtró el diario Al Ahram es que las dos mujeres relacionadas con el suicida no atacaron un autobús cualquiera, sino uno en el que viajaban cuarenta turistas israelíes, sin que esté claro si ellas conocían este detalle. Los turistas israelíes, que durante años han evitado El Cairo por el clima de abierta hostilidad anti israelí que es palpable casi en cualquier lugar de la ciudad, están volviendo discretamente a visitar la ciudad en viajes organizados, y no es raro verlos en hoteles ni en los sitios más turísticos.