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EFE-ISLAMABAD
Al menos 35 personas murieron y cerca de 25 resultaron heridas en la explosión ayer de una potente bomba en un lugar de reunión de musulmanes chiítas de una ciudad del suroeste de Pakistán, informaron fuentes policiales y testigos presenciales. Según un portavoz policial, la bomba explotó sobre las 20.30 horas en los alrededores de un santuario chiíta donde se congregaban miles de fieles cerca de la ciudad de Naseerabad, a unos 350 kilómetros al sur de Qüeta.

El 80% de los cerca de 150 millones de habitantes de Pakistán son suníes y en torno a un 17% ciento chiítas, aunque en las zonas de Qüeta y Baluchistán el porcentaje de éstos últimos es bastante mayor, casi de un 40%.

La policía continúa investigando las circunstancias del atentado, cuya autoría se desconocía anoche. Los muertos y heridos han sido trasladados a un hospital cercano a Naseerabad. Medios pakistaníes cifran entre 34 y 35 los muertos, mientras que testigos presenciales aseguraban haber visto ya 34 cadáveres. Se teme que el número de víctimas mortales aumente debido al crítico estado de algunos de los heridos.

En los últimos quince años, miles de personas han muerto en atentados de radicales chiítas y suníes en Pakistán, la mayoría en acciones de grupos radicales suníes contra mezquitas y centros de reunión de la minoría chiíta.

Por otra parte, fuentes policiales informaron de que anoche se produjo otra explosión en la ciudad de Qüeta que, según la televisión local, no causó heridos. A primeras horas de la mañana otro artefacto explotó en un vagón de tren a su llegada a la estación de Qüeta, provocando la muerte de un pasajero y heridas a otros cinco, cuatro de ellos de gravedad. El tren procedía de Lahore y con destino a Qüeta.

Miles de personas abandonan la región de Baluchistán, cuya capital es Qüeta, por miedo a que se registren nuevos enfrentamientos entre los miembros de algunas tribus y fuerzas gubernamentales, que han dejado esta semana al menos 30 fallecidos.