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KATHY SELEME-BEIRUT
El atentado de ayer contra un barrio cristiano de Beirut, que dejó once heridos, obligó al presidente libanés, Emile Lahud, a no asistir a la cumbre de la Liga Arabe, propició un nuevo cruce de acusaciones entre quienes acusan a Siria o a Israel y amenaza con un recrudecimiento de la violencia.

«Israel es el principal beneficiario del caos en el Líbano», afirmó hoy el jefe del movimiento integrista Hizbolá, Hasan Nasralah, después de entrevistarse con el mufti (suní) de la República, jeque Mohamad Kabani, sobre la situación en el país y las relaciones entre ambas comunidades musulmanas. Según Nasralah, «los israelíes son capaces de atacar al interior del Líbano como lo han hecho en los últimos años», dijo en respuesta a quienes, desde la oposición, atribuyen el ataque a Siria y a sus aliados del Gobierno libanés.

El líder chií acusó a la oposición de aprovechar la situación actual de crisis para «rechazar el diálogo nacional, lo que lleva al país a una etapa peligrosa de la que se aprovechan los enemigos del Líbano».

Además, rechazó de nuevo el desarme de su milicia y criticó al patriarca maronita, Nasralah Sfeir, por haber reclamado desde los EEUU este desarme, tras su entrevista con Kofi Annan, al considerar que Hizbolá ya ha cumplido su papel histórico al liberar el sur del Líbano de la ocupación israelí.