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Las facciones armadas palestinas acordaron ayer con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) «la continuidad de la atmósfera de calma» con Israel siempre que este país «cese sus agresiones y libere a los presos palestinos». Según el comunicado final de las reuniones, que duraron tres días y que fue hecho público por Omar Suleiman, jefe de los servicios secretos egipcios, los grupos no se comprometen formalmente a una «tregua», sino a «continuar con la actual situación de calma» con Israel, país al que ponen varias exigencias para mantener el alto el fuego.

La nota subraya asimismo «el derecho de los palestinos a la resistencia y a terminar con la ocupación» de Israel, así como el derecho a un estado independiente con capital en Jerusalén este».

Las facciones armadas insisten en que Israel «libere a todos los prisioneros palestinos y cese todas las agresiones».

Además, han acordado reformar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para que en el futuro «incluya a todas las facciones», para lo cual anunciaron la creación de un comité que estudie el modo de hacerlo.

El documento hace hincapié en la necesidad de unidad interpalestina y del diálogo entre las facciones, y por ello declara una «prohibición de recurrir a las armas para resolver las disputas internas».

También detalla que, para los palestinos, «la continuación de la construcción del muro, la edificación de asentamientos y la 'judaización' de Jerusalén orienta son factores explosivos en esta situación». El acuerdo firmado por las doce facciones armadas palestinas y la ANP estipula que su duración será hasta final del año 2005 y que entonces será nuevamente evaluado por las partes.

El representante de Hamás, Mohamed Nazzal, dijo que su movimiento da hasta diciembre a Israel para que libere a «los presos políticos palestinos». Nazzal afirmó, además, que Hamás puede asumir un «periodo de calma» durante el año en curso, pero tiene «reservas ante una tregua larga».

Además, advirtió de que no aceptarán entregar las armas, tal y como exige el gobierno del primer ministro israelí, Ariel Sharón, porque ellos son «la base de la resistencia palestina».

Nabil Abu Rudeina, asesor del presidente de la ANP, Mahmud Abás (Abu Mazen), explicó que la firma del acuerdo supone «un momento nuevo», y que para la ANP no existe diferencia entre mantener «un periodo de calma -tal y como refleja la declaración de El Cairo- y una tregua».