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EFE-KIEV
La capital ucraniana se tiñe de naranja, el color de la oposición liberal, que llega ahora al poder, y realizaba ayer los últimos preparativos para la toma de posesión hoy de Víctor Yúschenko como presidente de Ucrania.

Pese a los reiterados llamamientos del Ayuntamiento y del propio Yúschenko a levantar el campamento, a uno de los costados de la plaza de la Independencia, ayer seguían allí varias decenas de tiendas de campaña.

Aunque la ceremonia de investidura, prevista para mediodía tendrá lugar en la Rada Suprema o Parlamento, la gran fiesta será en la plaza de Independencia, la misma que fue durante tres semanas el corazón de la «revolución naranja», la campaña de resistencia pacífica al fraude electoral.

Un enorme escenario dotado de pantallas gigantes de televisión ha sido erigido en la plaza de la Independencia, donde se espera que se congreguen decenas de miles de personas para seguir en directo la ceremonia de investidura de Yúschenko.

La avenida Kreschátik, la principal de la capital y que cruza de este a oeste la plaza de la Independencia, ha sido engalanada con banderas ucranianas y guirnaldas naranjas.

Ya investido presidente, Yúschenko pronunciará un breve discurso ante los miembros de la Rada y los invitados a la ceremonia, tras lo cual se dirigirá al palacio Mariinski, residencia oficial del jefe de Estado, donde recibirá honores militares.