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EFE-RAMALA
Mahmud Abás (Abú Mazen) juró ayer en Ramala su cargo como presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En el discurso de investidura, Abú Mazen llamó a las facciones armadas palestinas y a Israel a proclamar un alto el fuego, y a la reanudación de negociaciones para llegar a una solución final al conflicto palestino-israelí.

Abú Mazen afirmó que se esforzará «para mantener la unidad de los palestinos y llevar a cabo un diálogo profundo con las facciones palestinas», y subrayó que seguirá los pasos su antecesor, Yaser Arafat.

Según dijo, utilizará persuasión y no coerción para tratar con las fuerzas políticas palestinas. Además, se comprometió a respetar la 'Hoja de ruta' propuesta por el Cuarteto para Oriente Próximo 8EEUU, Rusia, UE y ONU).

El líder palestino se dirigió además al pueblo israelí: «Somos dos pueblos destinados a vivir codo a codo y a compartir la tierra entre nosotros». «Nuestra mano está tendida hacia Israel para hacer la paz», añadió antes de considerar necesario que el Gobierno de Ariel Sharon detenga el asesinato de palestinos buscados.

Las palabras de Abbas fueron interrumpidas por los aplausos cuando hizo referencia al «eterno» dirigente Yasir Arafat, fallecido el 11 de noviembre pasado. «A pesar de nuestras diferentes opiniones», dijo en alusión del clima político palestino, «defenderemos los mismos objetivos», que pasan por las «aspiraciones nacionales» del pueblo palestino.Asimismo, expresó su orgullo por «el proceso democrático que ha puesto en práctica el pueblo palestino» durante las elecciones celebradas el pasado domingo en las que obtuvo un 62 por ciento de los votos.

Sin embargo, parece que no todos los palestinos se sienten tan orgullosos como Abbas. Un total de 46 miembros del Comité electoral palestino presentaron hoy su dimisión para protestar por las irregularidades detectadas durante el proceso del pasado domingo, según fuentes palestinas citadas por AP.

Entre los miembros dimisionarios se encuentra el director del organismo. En concreto, el grupo asegura haber recibido presiones por parte de la campaña de Abbas y oficiales de inteligencia para cambiar de forma abrupta el proceso electoral durante la jornada de votación.