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DAMIÀN CASTAÑO-ESTRASBURGO
La Constitución de la UE obtuvo ayer el respaldo mayoritario del Parlamento Europeo, que de esta forma pretende enviar una señal a los 25 estados miembros para que la ratifiquen antes de la segunda mitad de 2006. Los diputados aprobaron una resolución, elaborada por el español Iñigo Méndez de Vigo (Grupo Popular) y el británico Richard Corbett (Grupo Socialista), por 500 votos a favor, 137 en contra y 40 abstenciones, es decir, con un apoyo del 73,9 por ciento.

No obstante se desplegaron algunas pancartas en las que se podía leer «Esta Constitución es la muerte de Europa» o «No en mi nombre», un mensaje utilizado también por los opositores a la guerra de Irak. De los 54 eurodiputados españoles, sólo tres votaron en contra: el ibicenco Bernat Joan, de Esquerra Republicana de Catalunya; Willy Meyer, de IU, y Raúl Romeva, de Iniciativa per Catalunya-Els Verds). A nivel europeo, recibió el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios, salvo de euroescépticos, la extrema derecha y el grupo de Izquierda Unitaria Europea, además de los conservadores británicos y checos.

Aunque hay coincidencia en que se trata de un texto mejorable, la resolución señala que la Constitución representa «una importante mejora» respecto a los existentes, aportará «un marco estable y duradero para el futuro de la UE» y traerá beneficios «perceptibles» para los ciudadanos. La Constitución europea, que es apoyada por el 68% de la población, según las encuestas, entrará en vigor el 1 de noviembre de 2006, si es ratificada antes por todos los países miembros.

Hasta el momento ya lo han hecho Lituania (11 de noviembre de 2004) y Hungría (20 de diciembre), mientras que España será el primer país en acudir a las urnas, el 20 de noviembre. Los otros países que han convocado referendos para la ratificación son Luxemburgo (10 de julio), Francia, Holanda y Portugal (antes de verano), Reino Unido y Dinamarca (principios de 2006) y Polonia e Irlanda, que aún no han fijado la fecha.