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EFE-KIEV
El líder opositor y candidato presidencial ucraniano, Víctor Yúschenko, acusó ayer a su rival y primer ministro, Víctor Yanukóvich, de haberle «robado la victoria» en la fraudulenta segunda vuelta electoral del pasado 21 de noviembre.

Ambos candidatos comparecieron en el primer canal de televisión estatal en un nuevo debate en directo de cara a la segunda vuelta «bis» del próximo domingo y hablaron en distintos idiomas, pues Yúschenko se expresaba en ucraniano y Yanukóvich en ruso.

Yúschenko, quien fue el primero en hablar, atacó recordando la «falsificación total» de los resultados electorales, mientras su rival se definió como víctima de un «pacto» entre el que fuera su patrón, el presidente saliente Leonid Kuchma, y la oposición.

«Los resultados de las elecciones fueron robados: mi oponente y su equipo nos quitaron más de tres millones de votos, intentaron robarnos el futuro», denunció Yúschenkop, el líder de la «revolución naranja», la campaña de resistencia civil al «pucherazo».

Yúschenko subrayó que sólo las masivas protestas populares y la postura firme del Parlamento hicieron posible que el Tribunal Supremo revisara los resultados, invalidara los comicios por fraude y ordenara repetir la votación de forma limpia y transparente.

El líder opositor indicó que el fraude fue orquestado por Yanukóvich y Kuchma, quienes pusieron toda la maquinaria del Estado al servicio de la campaña del primer ministro, pero puntualizó que el pueblo de Ucrania no quiere vivir «bajo el poder de las mafias».

Yanukóvich replicó que «el poder representado por Kuchma se alió con los dirigentes del llamado 'golpe naranja' y tomó decisiones ilegales», en alusión a la repetición de los comicios y los cambios de la ley electoral adoptados para reducir la posibilidad de fraude.

El jefe del Gobierno, apoyado por Moscú y los clanes industriales del este del país, de mayoría rusa, declaró que su rival, incluso si gana los comicios, será «presidente de sólo una parte de Ucrania», en una nueva amenaza velada a una eventual partición del país.

«Basta de jugar con el separatismo» respondió Yúschenko, quien insistió en que «Ucrania es una sola».