Berlusconi acusó a la Justicia de montar una persecución contra él.

TW
0

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, eludió ayer una nueva condena penal por la prescripción del delito que se le imputaba en un caso de soborno a jueces en 1985 para impedir la venta de una sociedad pública a un empresario rival.

El Tribunal de la Primera Sección Penal de Milán resolvió ayer que, tras reconocer las circunstancias atenuantes, ha prescrito el delito asociado a la entrega al juez Squillante de 434.030 dólares en marzo de 1991 como presunto pago para «ajustar» un dictamen.

La absolución por prescripción ha sido una de las constantes de la tortuosa relación que Berlusconi mantiene con la Justicia desde que hace diez años aterrizará en la vida política italiana con su paracaídas de magnate de la televisión privada.

En el proceso sentenciado ayer, la fiscalía pedía ocho años de prisión para el acusado, sobre el que se cernía la sombra de las condenas impuestas por el mismo caso, en noviembre de 2003, al juez Renato Squillante (ocho años) y a su hombre de confianza Cesare Previti (cinco).

Los magistrados Francesco Castellano, Stefania Abbate e Fabiana Mastrominico declaran paralelamente la absolución, con diversas fórmulas, para las otras acusaciones en el litigio por la fallida venta del grupo alimentario SME al empresario Carlo De Benedetti.

En sus conclusiones, la fiscalía sostuvo que existían pruebas que demuestran que Berlusconi pagó a través de su empresa Fininvest, mediante cuentas en el extranjero, a Squillante, a través de Previti, para «arreglar un fallo judicial.

Las condenas en primera instancia del juez y el abogado se produjeron unos meses después de que el Tribunal de Milán decidiera juzgar por separado a Berlusconi, debido a sus numerosas ausencias por sus obligaciones institucionales.