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O. LIMAZA-WASHINGTON
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, se ha consolidado como el hombre fuerte del Gobierno del presidente norteamericano, George W. Bush, quien lo confirmó en el cargo para continuar sin cambios la guerra en Irak y la lucha antiterrorista.

Bush se reunió el viernes en la Casa Blanca con el jefe del Pentágono para solicitarle que continúe a la cabeza del Departamento de Defensa y éste accedió de inmediato, dijeron fuentes oficiales.

«El secretario Rumsfeld es un líder probado en estos tiempos difíciles. Estamos librando un tipo diferente de guerra y es crucial que la ganemos», señaló AYER una de las fuentes.

La confirmación de Rumsfeld, quien fue secretario de Defensa en el Gobierno del presidente Gerald Ford (1974-1977), hizo a un lado críticas de legisladores demócratas que exigieron su renuncia a mediados de este año al desatarse el escándalo por los abusos a reos en la prisión iraquí de Abu Ghraib.

Además, le habían criticado por no haber enviado un número suficiente de tropas a Irak para combatir la insurgencia y asegurar la realización pacífica de las elecciones en ese país previstas para el 30 de enero.

En su segundo etapa como secretario de Defensa del actual Gobierno, Rumsfeld continuará con la transformación del sistema militar de EEUU a fin de convertirlo en una fuerza de reacción más rápida ante las nuevas amenazas como el terrorismo, dijeron las fuentes del Pentágono.