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EEUU ha abierto una investigación penal sobre un nuevo caso de eventuales maltratos y torturas a prisioneros iraquíes a raíz de la divulgación de unas elocuentes fotografías que dejan en muy mal lugar a los efectivos estadounidenses. En las imágenes, algunas difundidas ayer por varios medios de comunicación estadounidenses y por la cadena de televisión qatarí Al Yazira, puede verse a soldados sentados sobre los detenidos que están con sus rostros cubiertos y esposados, o pisándoles en el pecho. Hay otras que exhiben a prisioneros ensangrentados, uno de ellos al lado de un uniformado que apunta a su cabeza con una pistola.

Son fotografías que ponen, de nuevo, en entredicho el comportamiento de las fuerzas estadounidenses y que pueden poner en un serio aprieto al secretario de Defensa y máximo responsable del Pentágono, Donald Rumsfeld, justo cuando acaba de ser confirmado en el cargo por el presidente de EEUU, George W. Bush. Y es que no es la primera vez que Rumsfeld y la cúpula del Ejército están en el punto de mira y son objeto de duras críticas por escándalos de este tipo.

A principios de este año salieron a la luz otras fotografías, aún más brutales, que sirvieron de prueba para procesar a varios efectivos estadounidenses por supuestos abusos y torturas a reos de la prisión de Abu Ghraib, situada cerca de Bagdad. En esa ocasión, podía verse a algún soldado sonriendo y sujetando una cuerda atada al cuello de un prisionero desnudo y tirado en el suelo de la cárcel o apuntando, como si fuera con una pistola, a los genitales de un recluso, mientras se fumaba un cigarrillo.