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BERNARDO SUÀREZ INDART-KIEV
La crisis que tiene a Ucrania al borde de un conflicto civil entró ayer en una peligrosa escalada con la ruptura de las negociaciones entre la oposición y las autoridades, lo que obligó a los mediadores internacionales a volver a la capital ucraniana. Los presidentes de Polonia, Aleksander Kwasniewski, y Lituania, Valdas Adamkus, el alto representante para Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, y el secretario general de la OSCE, Jan Kubis, intentarán reabrir vías de diálogo entre los protagonistas de la confrontación.

La respuesta de los diputados de «Nuestra Ucrania», la coalición de Yúschenko, fue furibunda: a duras penas el presidente de la Rada, Alexandr Litvín, consiguió aplacar los ánimos y declarar un receso. Un grupo de partidarios de Yúschenko, que se manifestaban junto a la Rada y seguían los debates en una pantalla gigante de televisión, intentó penetrar en la sede del Legislativo, en un conato de asalto que fue controlado por la policía.

Rusia ha dado su pleno respaldo al primer ministro ucraniano, Víctor Yanukóvich, quien, según los resultados de la Comisión Electoral Central, impugnados en el Tribunal Supremo por la oposición, venció por estrecho margen al líder opositor, Víctor Yúschenko, en la segunda ronda de las elecciones presidenciales. «La situación (en Ucrania) avanza hacia la división o hacia el derramamiento de sangre: no veo otro desarrollo», dijo en Moscú el presidente de la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, Borís Grizlov, cuya llegada también se espera en la capital ucraniana.

Para el líder de la oposición y sus seguidores, que ayer por la mañana habían levantado el bloqueo de la sede gubernamental, resultó una total sorpresa la reagrupación de las fuerzas de Yanukóvich en la Rada Suprema o Parlamento. Los grupos parlamentarios pro gubernamentales, con el apoyo de los comunistas, no sólo bloquearon una moción opositora de censura al Gobierno, sino que intentaron revocar la declaración de la Rada del pasado sábado que declaraba fraudulentos los resultados de la segunda vuelta electoral del 21 de noviembre.