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MAR MARÍN-LA HABANA
El traslado de cerca de una veintena de disidentes cubanos presos, entre ellos el escritor Raúl Rivero, a un hospital penitenciario de La Habana, ha despertado esperanzas en una pronta liberación entre opositores y familiares de los condenados. El Gobierno cubano inició el viernes el traslado de casi una veintena de disidentes del llamado «Grupo de los 75» -condenados a penas de hasta 28 años en la primavera del pasado año- al hospital de la prisión de Combinado del Este, en las afueras de La Habana, y al hospital militar Carlos J. Finlay.

Entre los reagrupados figura Rivero, condenado a 20 años, que «se encuentra en buen estado» tras haber sido sometido en las últimas horas a un «chequeo exhaustivo», según su esposa, Blanca Reyes. Reyes explicó que pudo hablar con Rivero durante unos minutos por teléfono y que el escritor le confirmó que la avisarían para concertar una visita a la institución penitenciaria antes del próximo miércoles.

«Me pidió que le llevara cosas de aseo personal y me dijo que nos íbamos a ver en unos días. Le noté que estaba muy emocionado, muy contento, muy arriba, pero no me comentó nada de una posible excarcelación», señaló Reyes. La esposa de Rivero confío en una pronta liberación de su marido porque «no quiero ilusionarme, pero creo que el gobierno no va a hacer esta movida para hacer una jugada de engaño. Si lo fuera, sería una cosa muy criminal porque juegan con los deseos y las ilusiones de la gente», declaró.

«Quiero creer incluso que la cosa no llega al miércoles, que los van a liberar antes», agregó Reyes, convencida de que el traslado de disidentes está relacionado con la decisión de Cuba de reanudar los contactos con España. Esa reanudación se produce en respuesta a la voluntad del Gobierno español de retomar el diálogo con La Habana e impulsar un cambio en la política de la Unión Europea hacia el régimen de la isla.