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JORDI KUHS-PRISTINA
La minoría serbia de Kosovo hizo ayer realidad su amenaza de boicotear las elecciones parlamentarias de Kosovo, donde unos 1,4 millones de ciudadanos estaba llamados a elegir una nueva Asamblea provincial. Según informó esta tarde la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK), apenas unos 300 de los más de 100.000 serbios con derecho a voto acudieron a las urnas en las siete primeras horas de la jornada electoral.

«Creo que el boicot de los serbios y la baja participación de los albaneses está debilitando el proceso político (en Kosovo) y el nuevo Gobierno que salga electo de estos comicios», señaló el analista político Enver Hasani. De hecho, en las primeras siete horas de la jornada electoral, sólo un 30% de los kosovares acudieron a las urnas, según datos hechos públicos por UNMIK.

Esos datos coinciden con los recabados esta mañana en el enclave serbio de Gracanica, en las afueras de la capital kosovar Pristina, donde sólo cinco de los más de 4.000 serbios con derecho a voto habían participado en las elecciones. Apoyados por el Gobierno en Belgrado, los líderes serbios de Kosovo alegan que no está garantizada su seguridad después de los sangrientos disturbios del pasado 17 de marzo, cuando 19 personas murieron, 900 resultaron heridas, miles fueron desplazadas y cientos de casas serbias fueron destruidas.

En las elecciones parlamentarias del año 2001, cerca de un 64 por ciento había depositado sus votos, porcentaje que bajó al 54 por ciento en las elecciones municipales del año 2002. La baja participación se debe a la mala situación económica y social de los habitantes de Kosovo, donde el desempleo alcanza un 70%, por lo que la mayoría de los albanokosovares depende del dinero que reciben de familiares en el exterior.

La Asamblea de Kosovo tiene 120 escaños, de los cuales 100 serán elegidos hoy, mientras diez están reservados a los serbios y otros diez a las restantes minorías que viven en este territorio.