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NAMIR SUBHI-BAGDAD
El grupo del extremista jordano Abu Musab al-Zarqaui, considerado la mayor amenaza terrorista de Irak, tiñó ayer de sangre Bagdad con un doble atentado simultáneo que segó la vida de al menos diez personas, entre ellas cuatro ciudadanos de EEUU.

«Dos leones de una brigada de mártires asociada a 'Tauhid wal Yihad' consiguieron golpear en el interior de la Zona Verde», se indicaba en el documento, disponible en una de las páginas web que este grupo extremista (considerado la rama de Al Qaeda en Irak) suele utilizar con más frecuencia. El texto, en el que se resaltaba que el ataque fue «una operación de martirio contra la embajada de EEUU», aparecía recortado, y al margen incluía una nota en la que se advertía de que más adelante se añadirían otros detalles.

Escasas horas después del atentado, que sacudió la fortificada «zona verde», el recinto más protegido de Bagdad tras el que se encuentran las embajadas de EEUU y el Reino Unido y algunas sedes del nuevo Gobierno iraquí, la organización que lidera Zarqaui, «Tauhid wal Yihad» (Monoteísmo y Guerra Santa), colgó un comunicado en Internet en el que asumía la autoría del doble atentado.

La autenticidad del comunicado no ha podido ser aún verificada, aunque miembros del Ministerio iraquí del Interior indicaron que la investigación apunta en ese sentido. «Tauhid wal Yihad», es el grupo más sanguinario de todos los que operan en Irak.

Mientras, el presidente interino iraquí, Ghazi al-Yauar, advirtió que la fecha propuesta para la celebración de elecciones generales en Irak -enero de 2005- «no es fija» y que podría ser pospuesta si la inseguridad que impera en el país no se atempera.

En una entrevista publicada ayer por el diario árabe internacional «A-Sharq al-Ausat», el presidente subraya, no obstante, que no se escatiman esfuerzos para lograr que los ansiados comicios tengan lugar en el plazo anunciado.

«Efectivamente, la fecha (límite) es el 31 de enero, pero no es una fecha sagrada... no es como el día del Aid Al-Adha (la Pascua para los musulmanes), el Año Nuevo o el inicio del Ramadán, que no se pueden mover o posponer», dijo Al-Yauar, uno de los hombres más influyentes de la comunidad suní iraquí, minoritaria en el país.