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JORGE BAÑALES-WASHINGTON
La Reserva Federal de EEUU aprobó ayer, cuarenta días antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, un tercer aumento consecutivo de un cuarto de punto de las tasas de interés, que quedaron en el 1,75 por ciento, el nivel de diciembre de 2001, ante el convencimiento de que la economía sigue fuerte.

Según la Fed, la economía de EEUU -cuyo crecimiento perdió un poco de ímpetu en el segundo trimestre- «parece haber recuperado algo de tracción, y las condiciones del mercado laboral han mejorado de manera modesta». El comunicado apuntó que a pesar del aumento de los precios de la energía «la inflación y las expectativas de inflación han disminuido en meses recientes».

Los mercados financieros ya esperaban este nuevo incremento de los tipos y la reacción fue de calma, aunque algunos expertos consideran que la Reserva, que podría adoptar otro ajuste en su reunión del 10 de noviembre, hará después una pausa en los aumentos.

El presidente de la Reserva Federal (Fed), Alan Greenspan, y sus colegas en el Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense señalaron en su comunicado que, aun después de estos tres incrementos de las tasas, la política monetaria sigue siendo «acomodaticia».

La mayoría de los analistas calcula que la Reserva Federal hará otro ajuste de la política monetaria apuntando a una tasa de interés del 2 por ciento en su próxima reunión, ocho días después de la elección presidencial, y que luego no hará aumentos en su reunión de diciembre.