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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha rechazado una investigación pública sobre la masacre de Beslán y ha dejado claro que no hay diálogo con asesinos de niños, según manifestó en una reunión con periodistas extranjeros. Los diarios británicos «The Guardian» y «The Independent» traen declaraciones de Putin con sus corresponsales en Moscú, en el primer encuentro con la prensa extranjera desde el trágico desenlace de la crisis de los rehenes en Beslán, en Osetia del Norte.

Mientras, Rusia guardó ayer su segundo día de duelo por las víctimas de la masacre en la escuela noroseta de Beslán y sigue esperando que el Kremlin comience a deslindar responsabilidades por la tragedia que se cobró la vida de al menos 335 personas, la mayoría de ellos niños.

Según «The Guardian», el presidente ruso se ha mostrado a favor de una investigación interna sobre la tragedia, pero no pública. «Quiero un relato de los hechos y establecer quién fue responsable», afirmó Putin, quien no se opone a una investigación del Parlamento, pero advirtió sobre la posibilidad de que ésta se transforme en un «espectáculo político».

Sobre los rebeldes chechenes, Putin dijo que «nadie tiene el derecho moral de decirnos que hablemos con asesinos de niños». «Yo no aconsejo un encuentro con Bin Laden, invitarle a Bruselas y a la OTAN o la Casa Blanca, celebrar conversaciones con él, dejarle decidir lo que quiera para que después les deje en paz. Pero nos dicen a nosotros que debemos conversar con todos, incluso con asesinos de niños», agregó Putin.

Ayer se hizo público, por otra parte, que Putin ha pospuesto la visita a Alemania que tenía prevista para el 10 y 11 de septiembre. La decisión de posponer la visita ha sido adoptada «por acuerdo mutuo de las partes» y «después de consultas al máximo nivel», según el comunicado oficial y por los motivos sabidos de la inestabilidad en el Cáucaso.