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Mark Thatcher, el hijo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, detenido en Suráfrica relacionado por una supuesta conjura golpista en Guinea Ecuatorial contra el dictador Obiang, fue puesto ayer en libertad bajo fianza efectiva de 300.000 dólares. El detenido se declaró «inocente de todos los cargos».

El millonario británico, que vive desde hace años con su esposa e hijos en un lujoso barrio de Ciudad del Cabo, en el sudoeste sudafricano, pagó horas después su fianza en el tribunal del distrito de Winberg, donde fue informado oficialmente de los cargos.

«No estoy implicado en un supuesto golpe de Estado en Guinea Ecuatorial y rechazo todas las sugerencias que digan lo contrario», subrayó el hijo de Margaret Thatcher, que fue arrestado bajo sospecha de contravenir la ley sudafricana de «Asistencia Militar al Extranjero», que prohibe las actividades mercenarias, por financiar supuestamente un complot para derrocar al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Ngema.

Portavoces de los «Escorpiones», unidad policial de investigaciones dependiente de la fiscalía nacional sudafricana, dijeron que el sospechoso está siendo investigado por la posible violación de la citada ley anti-mercenarios por su «financiación y apoyo logístico» de la supuesta intentona golpista contra Obiang.

Quince presuntos mercenarios, ocho de ellos sudafricanos, fueron detenidos en marzo pasado en Malabo y están siendo juzgados en esa capital por su participación en la conjura, en el que también están involucrados otros 70 «soldados de fortuna», arrestados al mismo tiempo en Zimbabue y procesados en ese país por cargos similares.