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FRANCE PRESS-BAGDAD
Los combates entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes contra las milicias chiíes continuaron ayer por tercer día consecutivo en Nayaf, mientras el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, intentaba dar una señal de apertura con los rebeldes invitando a su líder Moqtada Sadr a participar en las futuras elecciones.

El primer ministro iraquí anunció ayer que aprobará una ley de amnistía, por la que otorga un plazo de un mes a los terroristas en Irak para dar informaciones a las autoridades y arrepentirse. Esta ley afecta a «las personas que hayan cometido crímenes menores y todavía no hayan sido interrogadas o acusadas», explicó. No afecta a personas que han cometido algún asesinato, tanto de civiles como de soldados.

Al igual que en esta ciudad chií del centro de Irak, en Sadr City, barrio también chií del noreste de Bagdad, continuaban los enfrentamientos y un primer balance de fuentes médicas dio cuenta de siete muertos y 29 heridos.

Una decena de tanques estadounidenses entró en este barrio pobre, donde fueron rápidamente atacados con cohetes antitanque y obuses de mortero lanzados por las milicias chiíes.