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JOSÉ SEGAE-BAGDAD
Al menos seis agentes del cuerpo de Defensa Civil iraquí murieron en un nuevo atentado con coche bomba al norte de Bagdad, horas después de que otro ataque similar costara la vida a 35 iraquíes. El Gobierno iraquí acusó directamente a «terroristas extranjeros» de estar detrás de los ataques, y el ministro de Defensa, Hazim al Shalaan, advirtió que el nuevo Ejército de Irak hará frente a los «criminales» y lanzará redadas en los lugares donde sospecha que se ocultan insurgentes.

«Ha llegado el momento de castigar a los responsables. Los perseguiremos casa por casa, los acosaremos, les cortaremos sus manos y cabezas», dijo Shalaan, que precisó que las tropas de EEUU sólo prestarán apoyo logístico al Ejército y la Policía iraquí. El ministro, que señaló que las fuerzas de seguridad combatirán a los insurgentes usando armas pesadas y vehículos blindados, vaticinó un incremento de la violencia durante el mes de junio, hasta que el día 30 se realice el traspaso de poder en Irak.

El primer ataque se produjo a las 9.00 horas locales de ayer, cuando un todoterreno hizo explosión contra un centro de reclutamiento militar en la base aérea de Muthanna, en pleno centro de Bagdad, acción que costó la vida a 35 iraquíes. El suicida que lo conducía tuvo el tiempo justo para hacer detonar el vehículo, que estaba cargado con numerosos proyectiles de artillería, antes de que los efectivos del cuerpo de la Defensa Civil pudieran detenerle.