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El Departamento de Justicia de Estados Unidos advirtió en agosto de 2002 a la Casa Blanca de que la aplicación de torturas a los miembros de Al Qaeda «podría estar justificada» y que las leyes internacionales contra la tortura «podrían ser inconstitucionales cuando se aplican en interrogatorios» relacionados con la guerra emprendida por el presidente George W. Bush contra el terrorismo.

Según un informe publicado ayer por el diario estadounidense 'Washington Post', un funcionario del Gobierno tiene derecho a hacer uso de la tortura contra cualquier prisionero si sirve «para impedir futuros ataques de la red terrorista Al Qaeda en Estados Unidos».

El documento, de 56 páginas, fue enviado por los servicios jurídicos del Departamento de Justicia a un consejero de la Casa Blanca, Alberto González, en respuesta a una consulta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre las pautas que se deben observar en los interrogatorios. El informe está firmado por Jay Baybee, asistente del Fiscal General (ministro de Justicia), John Ashcroft.

El 'memo' defiende el uso de las torturas en los interrogatorios con el argumento de que «las necesidades de autodefensa pueden justificar que se elimine cualquier responsabilidad criminal» contra los que efectúen estas prácticas.

El informe añade que los dolores moderados o breves no suponen necesariamente actos de tortura, la cual debe «ser equivalente en intensidad al dolor que corresponde a una herida física grave, como un trastorno orgánico, la alteración de una función corporal o incluso la muerte».

Ashcroft se negó ayer a entregar al Congreso copias del documento a los congresistas del comité de Justicia del Senado. «Creemos que facilitar este tipo de información perjudicaría la capacidad de asesoramiento en la rama ejecutiva para ser franco, minucioso y preciso todo el tiempo», explicó.